viernes, 15 de enero de 2010

Coordinados por la defensa del agua. War for water, war for territorry, dignity and freedom.




No obstante el manifiesto descontento y desazón del pueblo de Atacama y a la evidencia de de que existen algunas advenedizas empresas sin escrúpulos que tienen algunos ejecutivos que solo miran el lucro de ellos, sin importar la salud y la vida de los habitantes de este suelo, la verdad es que hasta ahora las autoridades no han adoptado ninguna medida concreta, que sea verdaderamente inteligente y eficaz para devolvernos el agua y asegurar la subsistencia misma de nuestro pueblo de Atacama.

En verdad en el nivel político nadie en esta materia ha demostrado conocimientos suficientes, ni la inteligencia y la honestidad que el pueblo espera de ellos, pues en ese sector en realidad no hay por estos días oposición real a los depredadores que continúan impunemente quitándonos el agua nuestra de cada día, ni en la derecha ni en la izquierda. Nadie ha mostrado la valentía de prohibir e impedir de inmediato, aunque cueste caro, que los depredadores sigan en estos días, construyendo costosos pozos profundos, secando los de los vecinos lugareños, y llevándose el agua lejos o contaminándola, secando nuestra tierra querida.

Malditos sean los responsables de liquidar nuestra tierra, que por ganar más plata nos están convirtiendo en un páramo de desolación como lo son hoy las salitreras del norte. Malditos sean también sus descendientes. Ojalá pase algo que detenga este vil atentado, aunque volvamos a ser pueblos con menos habitantes, como lo fuimos en el pasado, cuando éramos menos, pero teníamos dignidad hermandad y felicidad. Si para ello el cobre tiene que irse al suelo, pues bien vale que así sea, si de paso se lleva de aquí a toda la cáfila de indeseables, que por ahora desgraciadamente asolan, arrasan, y mancillan este suelo. Preferible ser más pobres pero vivir de pie y con dignidad.

Desarrollo sí, pero si no es sostenible mejor que se vaya.

Por mi tierra y la historia de mi pueblo, que vengan las protestas y se condene a los responsables de esta situación.
Furioso, Higinio Morales,

Nos vemos en Chañarcillo





miércoles, 13 de enero de 2010

CÁRCEL Y CONDENA PARA LOS RESPONSABLES DE ESTA CATÁSTROFE. SE VIENE EL ESTALLIDO

Es grave el problema, se les dijo antes, y se les reiteró hasta el cansancio, pero las autoridades, o han hecho oídos sordos, o incurrieron en peores conductas, o son unos ignorantes e incrédulos.

Ahora insisten en medidas propias de necios. He visto un decreto estos días que da entre risa y lástima y que es claro que solo beneficiará aún más a los poderosos y sonará más a los medianos y a los pequeños.

Los que alcanzan a darse cuenta del grave problema, les faltan pantalones para tomar las medidas que el caso amerita.

Lo único que podría salvar la situación es prohibir a las empresas mineras, y también a las grandes agrícolas que tienen faenas fuera del valle ocupar en esas faenas agua dulce del valle o tributarias del valle.

Si quieren sacar agua para sus faenas deben ocupar agua de mar desalada. Si para ello es necesario expropiar y pagar, el Estado deberá hacerlo, y verá como recupera esa plata que se va a gastar por la desidia de sus agentes.


Pero me temo que eso no sucederá si no se asume el problema real que nos aqueja, y de una buena vez por todas se procesa a los responsables de esta catástrofe.

Vemos por todos lados, aún por estos días de 2010 y a pesar del actual escenario hídrico, que las empresas adquieren pequeños terrenos y construyen uno y otro pozo de casi 200 metros a vista y paciencia de las autoridades, y se les dan todas las facilidades para construir ductos por lugares públicos, etc., etc., lo que resulta increíble e incomprensible.

Van a pasar a la historia como los que permitieron la destrucción de este valle y esta ciudad, o al menos los que permitieron su reconversión a un pueblo que solo mira el agua de a gotas.

Dios nos libre de esta verdadera peste.


Atacameños la hora de vernos esta cercana.

ATACAMEÑOS UNIDOS! NADIE PUEDE DETENERNOS!.


JULIO LEÓN A LOS ATACAMEÑOS.