martes, 22 de mayo de 2007

TODO LO MARCADO CON ROJO, NO VALE, TENGASE POR TARJADO

No queda Agua en el Valle Copiapó. (A buen entendedor pocas palabras)

Más abajo, todo "lo marcado con Rojo", no vale, téngase por tarjado.

Valle de Copiapó, Miercoles 7 de Marzo de 2007, 12:52 a.m.

Antes, a la llegada de los Españoles llamado San Francisco de La Selva, hoy secándose. El tranque Lautaro sin agua como se publica en el Diario El Mercurio de fecha 3 de marzo de 2007, los pozos de los agricultores de siempre ya están sin agua.

Los poderosos proyectos mineros ocupan agua que antes era de riego agrícola. Compran derechos de agua a emprobecidos agricultores, luego adquieren retazos de terreno en el valle agrícola de Copiapó, y con su gran capital hacen pozos de más de 100 metros de profundidad, obtienen fácilmente el cambio del punto de captación del agua y luego la se llevan fuera del valle a faenas mineras donde queda el agua envenenada con la contaminación.

Por si esto fuera poco y no son pocos los problemas que tenemos, grandes empresas agrícolas afuerinas adquieren con xxxxxxxxxxxx grandes extensiones de cerros desérticos fuera del valle, y al igual que las mineras compran derechos de agua a agricultores necesitados, también compran pequeños terrenos, luego hacen profundos pozos, cambian fácilmente la captación, y después se llevan el agua agrícola del valle a plantaciones de parronales ubicados en sectores desérticos fuera del valle.

Más encima este año con la gran sequía que nos afecta cobran una muy elevada patente por no usar los derechos de agua, en vez de premiar a quienes no usan el agua para que le sirva a otro. A quienes quisieron afectar con la patente resultan los más beneficiados, pues ellos tienen dinero de sobra y además recuperan lo pagado. Además, obviamente podrán adquirir más derechos en los remates que se avecinan.
En resumen, el acuífero del valle está casi agotado por completo. Los pequeños agricultores están arruinados, la riqueza se concentra en pocas manos, peligra el agua para el consumo de la población de la provincia, ya que toda es extraída del acuífero subterráneo del valle de Copiapó.
¿Y las autoridades que deberían defendernos donde están? Las facilidades que se otorgan a las grandes empresas, la solicitud con que se accede a los traslados de derechos de agua fuera del valle (a decenas y decenas de KM), y a la adquisición de terrenos, los oídos sordos al clamor popular, en verdad llevan a sospechas de xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx. Probablemente también xxxxxxxxx.
¿Hasta cuando aguantaremos? ¿Será necesario echar mano a la legítima xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx para que se terminen estos atropellos?. ¿Que hacen nuestros xxxxxxxxxx?. Algunos nunca vieron nuestro río con agua porque la mayoría no son de esta querida tierra.

En la Argentina no se permiten estos atropellos. El oro y el dinero no valen más que la salud y el futuro de la población. Adjunto letrero alusivo al tema, avisos así proliferan en dicha república, en una zona contigua a la nuestra, en los que se expresa que podemos vivir sin oro pero no sin agua. Pero desgraciadamente nuestras autoridades ambientales son de xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx. Lamentablemente nosotros no somos una república federal, sino sojuzgados al brutal centralismo de Santiago, que para peor se lleva todo lo que se obtiene con la explotación irracional de nuestros recursos no renovables, sin dejar lo justo acá. Hasta el royalty nos están xxxxxxxxxxx. De la justicia xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx.
Por favor alguien que nos salve de la ceguera. Que haya progreso en la minería pero con agua de mar desalinizada. Que siembren el desierto sí, pero no a costa de secar nuestro amado valle, ni de arruinar a los agricultores tradicionales, y dejar sin agua dulce al pueblo, y liquidar el futuro de nuestros hijos. ¿Donde jugarán los niños?.
Una ciudadana de Copiapó.

María P. B.

¡Atacama Tierra Mía! Por tí daríamos la vida como las huestes de don Pedro León Gallo, y como ya lo hicieron los bravos atacameños en defensa del país en el siglo XIX.

Viva una Segunda Asamblea Constituyente.













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