miércoles, 7 de octubre de 2009

Sospechosamente los Yanaconas no se atreven a tomar las medidas que la situación desesperada amerita. ¡Hasta cuando!

De que el agua se está acabando eso es cierto, y cualquiera lo puede ver.

Todos sabemos porqué, una parte por la sequía, y otra muy importante por los ineficientes encargados.
Creo que el problema subsistirá, aunque eleven la calificación del agua como bien nacional de uso público a rango constitucional, si la siguen manejando los mismos y se sigue permitiendo que los insensibles de algunas compañías compren retazos de terrenos donde aún queda algo de agua para ir a ese sector y con profundos pozos, extraerla, secando con ello las norias y pozos aledaños, y llevándose el agua donde les plazca a vista y paciencia de todo el mundo.
Lo de la posible caducidad que proponen y la ridícula patente ya establecida es propio de teóricos que no entienden nada o simplemente son cómplices de lo que sucede.

Este tema ya está archi “requetecontraquete” conversado, pero los encargados del tema son gente que no entiende mucho, y algunos nunca han tenido derechos de agua, ni han invertido plata ganada por sí mismos, ni han tenido que lidiar con una verdadera manga de gente que se mueve con poco aptitud con la que es necesario luchar cuando alguien con esfuerzo trata de invertir en su tierra. Se meten a opinar porque sí, y se percatan del problema recién cuando no les sale agua en la ducha o en la cocina.

Los candidatos, varios, son gente aparecida en la región, y nunca vieron nuestro sagrado Rió Copiapó con agua, menos aún se bañaron en el mismo, y en definitiva los más poderosos hasta ahora han sido intocables, sospechosamente a mi juicio. Ya no confío en ellos.

Proponen reformas legales, y no creo que eso baste. Antes fueron las estúpidas patentes que solo han causado risa a las grandes empresas, especialmente a las eléctricas (para ellos es un chiste, más grato que contratar a Coco Legrand para que les entretenga), y ahora quieren poner una caducidad por no uso de los derechos, lo que resulta propio de gente de cortas de ideas.

No les alcanza para ver que frente al riesgo de ver caducados sus derechos de agua por no uso, los poderosos si no las tuvieren ya, comprarán o arrendarán tierras, aún inhóspitas para tirar allí el agua innecesariamente, acrecentando aún más el grave problema de escasez hídrica que nos aqueja, para eso tienen dinero a raudales, y pueden descontar gastos e inversiones por ridículas que sean.
Por ejemplo en esos terrenos podrán meter “mulas” y pasar “gatos por liebres”, como producir pasto o criar vacas, conejos, líquenes supuestamente milagrosos, o qué se yo, aunque sea a pérdida, pero no les caducarán nada.

A los medianos y pequeños en cambio sí les caducarán, porque no pueden meter y pasar todos esos chamullos, haciendo cada vez más poderosos a los ricos a quienes les harán el favor de quitarles del lado a los pequeños que pueden competirles por ese vital elemento.


NO ME CABE DUDA ALGUNA que esa medida hará ganar aún más a los ricos y sonará aún más a los medianos y pequeños, y finalmente en un plazo no muy lejano a la población en general.

Se dice por algunos que el problema consiste en que hay casi el doble de derechos de agua concedidos en relación con el agua que es posible alumbrar, y que eso sería la causa del problema. En verdad eso es algo impropio que no debería haber ocurrido, y habría que investigar por qué lo permitieron, pero eso no es la causa del grave problema inmediato que hoy nos aqueja, ya que aún coincidiendo esas cantidades, la del agua dulce otorgada y la que realmente hay y es posible extraer en el acuífero, con el nefasto sistema actual, siempre los ricos podrán comprar todos los derechos que existan o la mayoría (como ya lo están haciendo) y llevarse el agua a donde les plazca para tratar de ganar más dinero, sin importarles para nada el destino de esta tierra querida que es mía, y de mis ancestros.

En cuanto a nacionalizar el agua, no veo claro cuál sería el avance, pues los problemas actuales ya se han producido estando administrada el agua por un servicio público, por lo que resulta claro que no basta que quien administre el agua sea un servicio público del Estado.

Estimados coterráneos, valientes copiapinos, y valientes chilenos, resulta jocoso pero no se atreven sospechosamente a hacer lo único que la situación desesperada amerita y que es tan claro como el agua que nos falta, pero lamentablemente parece que no les da para entenderlo y no es que me haya puesto comunista, solo es que me enerva la injusticia de la que esta siendo objeto nuestro suelo y nuestra gente.

Para Atacama: (Las medidas que deben adoptarse con negritas)

No podrán acallarnos1.- Impedir que todo proyecto minero nuevo saque agua dulce de la cuenca de Copiapó para sus faenas ( y exigirles que usen agua de mar desalada o desalinizada).

No podrán acallarnos2.- A los proyectos mineros ya funcionando, ponerles un plazo máximo de 3 años para usar agua de mar desalada (algunos antes de partir ofrecieron esto pero no cumplieron), y que ellos vean como lo hacen, o ponen sus plantas, o le pagan a terceros que les provean;
No podrán acallarnos3.- Impedir que toda faena agrícola explote plantaciones ubicadas fuera del valle de Copiapó con agua que es sacada del acuífero de Copiapó, y prohibir que sea llevada fuera la cuenca. Hoy, hay grandes agrícolas que siembran serranías que antes nunca fueron agrícolas (cualquiera persona de trabajo, y oriunda de Copiapó sabe cuáles son esas faenas, obvio que no lo saben los advenedizos). Extraña la facilidad con que adquieren esos terrenos si se la compara con las trabas que le ponen a un simple mortal de ingresos medios;

No podrán acallarnos4.- Impedir de inmediato, que las empresas poderosas, sigan comprando y acaparando derechos de agua de gente empobrecida, y que luego los concentren en pozos de ciento cincuenta metros y más, que ubican en terrenos también ex profeso comprados allí, donde aún va quedando algo de agua dulce, con lo que secan de paso todas las vertientes, las norias y pozos de los antiguos agricultores a muchos metros y kilómetros a la redonda, para luego a vista de las autoridades y de todo el mundo, construir acueductos (con extensas tuberías que procuran ocultar enterrándolas) para llevárse el agua a donde les da la real gana para ganar más dinero, sin importar el daño que se causa a los agricultores medianos y pequeños, al medio ambiente, y a la población de esta zona;

No podrán acallarnos5.- Impedir que la DGA pueda dictar esas famosas resoluciones donde la misma se auto - autoriza para permitirlo todo, hasta el cambio de punto de captación a distritos distintos, e incluso cambio de acuífero, como lo hizo en diciembre de 2007. Poner allí a profesionales informados y con honorabilidad a toda prueba.

Para chile en general:

1.- Expropiar los derechos acaparados por las eléctricas en toda la parte que excede por sobre lo que sea estrictamente necesario para sus proyectos aprobados y que sean posibles de llevar a la práctica en plazos razonables (no proyectos que sean chamullos). Si sale caro, es un costo que habrá que asumir, por culpa de la negligencia de quienes lo han permitido.

Es lamentable, pero esto es así creo yo, con el debido respeto,

Atentamente, Higinio Morales